Los valores del ocio (2)
Escribir
leer
espiar otros pasos
que cimbren las niñas de los ojos
perder el tiempo divertido
ganárselo a las saudades
olvidarse un poco del desempleo
y si me leyeran
de vez en vez
superar el angustiarme
con el silencio feroz e ingrato
de no tener la respuesta buscada
porque un sigilo así
tanta mudez
mata cualquier ocio.
Silencio que no sea el de los poemas
o el de la música de las estrellas
del sueño eterno.
Ricardo Landa, 17 de noviembre de 2010. Imágenes: Shirín Nehast: palestina; Internet: sierpe.