De dónde son los cantantes
… le pregunté qué era lo que más quisiera hacer en este mundo,
y me contestó de inmediato: pararme en una esquina.
Gabriel García Márquez: El Fidel Castro que yo conozco
Eh, Señor del pandero,
toca una canción para mí,
no tengo sueño
y no hay sitio a donde pueda ir.
Bob Dylan: Mr. Tambourine Man
Bob Dylan y Fidel no cantan bonito porque no quieren
tampoco morirán en el poder
de no ser que el poder sea su voz
ni bonita al modo usual de las voces de los aeropuertos
y los mall ni mejor que otras
sólo claridosas de esas que saben decir algo.
Fidel y Dylan son piedras que saben quemar sus naves y rodar
aunque se hayan establecido durante muchos años en el Hit Parade
y nadie los desbanca ni con MTV ni con los venenos de la CIA.
Y sin embargo se mueven al son que tocan allá en la loma
Dylan no se tuvo que morir de hambre
-menos Fidel- para ser amados por quienes
queremos que se acabe el hambre y la sed y la carencia de libertades
hasta acabar con las injusticias un día de estos
o una noche para salir a pelear
después de echarse una cerveza y reír con una anécdota
o un mojito para que los besos de yerba buena no se olviden
Pero no transijas si te invitan tres tragos más
o si te pagan mucho por quedarte a cantar en la misma silla
y te olvides de tus tareas
porque ya te pidieron la rola siguiente en aquel baldío
porque ya estalló el pueblo y nada lo detiene.
Yo sólo soy Bob Dylan cuando tengo que ser Bob Dylan.
A mí, afortunadamente, la gente me llama Fidel.
Ser un soldado de las ideas o ser un cantante contra los otros soldados
no es lo mismo pero son piedras empujadas con el mismo viento.
Al Che le gustaban las canciones de Dylan y los discursos de Fidel
Esta no es una trampa de la retórica ni es un argumento de autoridad
para que digas Dylan wau o Fidel re que te wau
sólo es un mito que invento para estos versos
pero me gusta pensar que pudo ser así.
Y si no, es que nada está escrito para la eternidad
y la respuesta está en el viento, hasta la victoria… ¡siempre!
Ricardo Landa, poema 17 del 17 de febrero de 2008. Parte del libro Las Locuras no son simétricas.
Imágenes: fotos intercaladas de Bob Dylan, Fidel Castro y de Fidel con el Che.