ABRA CADA ABRA
Allá
en el horizonte
se alza cual cabecitas de cerillas encendidas que avanzan a saltos hacia la luz que las acera y arma
un ejército de sombras que agrupa caballerías y cañones
se expande con saltos de furia acomete la bahía
rompe las piernas al continente
levanta andamios y murallas
crea un cerco rumoroso que espanta con trompetas plateadas
y calma con gladiolas de tallo verde y corolas espumeantes
se abalanza y se viene encima
aplasta
la arena
y ante la sorpresa del golpe
asombra ver cómo se arrodilla
se desarma suavemente se aproxima
besa los pies delicados de la amada
posa la lengua en sus tobillos
abandonados
en
v
y sin dar la espalda
se recoge se lleva mansos sus caballos
domesticadas sus bestiales maquinas de muerte
que no asustan ni a las aves que se clavan en su seno
a pescar los corazones
del tesoro
que hinchan el vientre con medusas nostálgicas y tiburones hambrientos
la sal escuece sus mejillas y sonroja con más cerillas el horizonte salta su luz le devuelve el agitado anhelo de volver
con tanta fuerza de ocupación masiva
a besar humilde
tímido
los tobillos y las pantorrillas de la amada
que le espera murmurando un deseo c a b a l í s t i c o inacabable…
abracadabra abra cada abra a b r a c a d a a b r a abra cada abracadabra
abra en cada abra el hueco que el mar al amar abre
y con espumeante fulgor
llena
y
lle
n
a.
Ricardo Landa, 5 de junio de 2013. Fotos y pinturas: Horizonte mar; Olas-zburzone; Antonio Cano: La voluptuosa; Sorolla: Niña en la playa; y Lucien Clergue.