Invisibles
A la presencia de Revueltas, Huerta, Ahumada,
Gelman, Pacheco, Kuy Kendall…
Los que se detienen para que pase el prepotente
Las que raspan con una lija la sangre que derramaron
Las víctimas que de repetirse en su llorar no cuentan
El recluso que se muere de solo sin sentencia
La que habitaba esa porción de la banqueta tan pisada
El joven que creció perdiéndose en la mona
El cantante que apenas susurra su canto de penas
La que agoniza en coma con las manos atadas y los ojos sellados
Porque nadie dice quién es y nadie pagará la cuenta hospitalaria
La última de la fila que rebasan todos sin protesta
El niño con el cuaderno deshojado y sin su nombre en la portada
La migrante a fuerza secuestrada comprada revendida y adicta al cristal para sentirse cubierta de miradas
El que viajaba sobre el tren y se lo llevó una rama de eucalipto
Invisibles no él la los las
Sólo unos y unas
Indeterminados vagos difusos
Por falta de voluntad y dejadez
Dicen los que no los vieron
Y ni quisieran hablar de ellos
Porque así les fue en el baile
Y perdieron
Dicen los que consideran perdedor
Al invisible que no accede
A la escala de su bolsa de valores
Porque esto es el sistema del borrón
y descuento de sus víctimas
en la indefensión aprendida
Invisible si no eres el que vence o quizás el que resiste
Hasta que te borran si antes no los derrotas
Entreviéndote al gritar tu nombre
Al abanderarte como su enemigo y pasar desapercibido
Al enmascararte y poner en tus manos el destino
Al enlazar más invisibles que resisten
Al crear otra realidad con luz debajo
Que hace ver lo grande que eres
Y el poco tamaño de quien borrarte
Quisiera aunque no puede
Quien se ha visto invisible
Y se apura a entenderlo
Sabe reconocerse
Como semilla de ahuehuetes
Árboles gigantes que si se ponen ojos y se ven
Como lo que pueden ser
Se extienden por los campos y florecen.
Ricardo Landa, 23 de febrero de 2012
Imágenes: Acteal, cuarto-oscuro; Invisibles, web Hernando Cerdo; Galiapacchioni narraciones invisibles.