Duelos
De dos espadachines
dos pistoleros
dos amantes en la pelea final
dos boxeadores con las narices sangrando
por el honor
o por la paga deshonrosa
o porque uno estorba al destino del otro
las espadas y un corazón en trozos
un corazón bifurcado pendiente de cada punta
horadado por los disparos de una sobre otro
sangrante.
Duelos después por el
corazón herido o el arrojado
a algún sitio vacío
hasta que lo llenen las moscas zumbantes
sobre el órgano con el tambor muerto
moscas del mal recuerdo
o bueno quizás para las moscas
que se empalagan
con esa sanguaza de diabético y melifluo
poeta
que ya se fue
que ya no está
y lo desapareció
el duelo.
Ricardo Landa, 2011.
Imágenes: Goya, duelo a garrotazos; José Ribera, duelo entre mujeres; Internet, duelo de lenguas; Francisco Toledo: duelos de muertes, escultura 1 y escultura 2; Van Gogh: Hombre afligido.